Reservar hotel: cómo elegir el mejor alojamiento para tu viaje
¿Te ha pasado alguna vez que has reservado un hotel que parecía perfecto y luego resultó ser una pesadilla? ¿O que has pagado una fortuna por una habitación que no valía la pena? ¿O que has llegado a tu destino y te has dado cuenta de que el hotel estaba en medio de la nada? Si eres un viajero experimentado, seguro que sabes de lo que hablo. Y si no lo eres, te conviene leer este artículo antes de cometer los mismos errores que yo.
Reservar hotel es una de las decisiones más importantes que tienes que tomar cuando planeas un viaje. No solo influye en tu presupuesto, sino también en tu comodidad, tu descanso, tu seguridad y tu disfrute. Por eso, no puedes dejarlo al azar o confiar en la primera oferta que te salga en internet. Tienes que tener en cuenta una serie de factores que te ayudarán a encontrar el hotel ideal para ti, según el tipo de viaje que vayas a hacer, tus preferencias y tus necesidades.
En este artículo, voy a compartir contigo mi experiencia personal como bloguero de viajes, y te voy a dar algunos consejos prácticos para que sepas cómo reservar hotel de forma inteligente y satisfactoria. Verás que no es tan difícil como parece, y que con un poco de investigación y sentido común, podrás alojarte en hoteles increíbles sin arruinarte. ¿Te animas a seguir leyendo?
¿Por qué es importante reservar un buen hotel?
Quizás te preguntes por qué le doy tanta importancia a la elección del hotel, si al fin y al cabo lo que importa es el destino y lo que vas a hacer allí. Pues bien, déjame decirte que el hotel es una parte fundamental de tu viaje, y que puede marcar la diferencia entre una experiencia memorable y una decepción.
¿Por qué? Pues por varias razones. La primera es el presupuesto. El alojamiento suele ser uno de los gastos más elevados de un viaje, y por eso hay que saber elegir bien. No se trata de gastar más o menos, sino de gastar mejor. Es decir, de buscar la mejor relación calidad-precio, y de ajustar el gasto a lo que realmente necesitas y quieres. No tiene sentido pagar por servicios o comodidades que no vas a usar, ni tampoco ahorrar en algo que te va a hacer falta o que te va a hacer feliz.
La segunda razón es la localización. El hotel debe estar situado en una zona que te permita acceder fácilmente a los lugares que quieres visitar, que sea segura, que tenga transporte público, que tenga servicios cerca, y que tenga un ambiente agradable. No hay nada peor que perder tiempo y dinero en desplazamientos innecesarios, o que sentirse inseguro o incómodo en el lugar donde vas a dormir.
La tercera razón es la comodidad. El hotel debe ofrecerte un espacio limpio, confortable, tranquilo y acogedor, donde puedas descansar después de un día de turismo, donde puedas relajarte, donde puedas conectarte a internet, donde puedas guardar tus cosas, y donde te sientas como en casa. No hay nada mejor que llegar a un hotel que te recibe con una sonrisa, que te da todas las facilidades, que te sorprende con algún detalle, y que te hace sentir especial.
¿Por qué los hoteles caros no son una mala opción?
Ahora bien, quizás pienses que todo esto está muy bien, pero que reservar un buen hotel es sinónimo de reservar un hotel caro, y que eso está fuera de tu alcance. Pues déjame decirte que estás equivocado. Reservar un hotel caro no es una mala opción, siempre y cuando sepas lo que estás pagando y lo que estás obteniendo a cambio.
¿Qué quiero decir con esto? Pues que no todos los hoteles caros son iguales, ni todos los hoteles baratos son malos. Hay hoteles caros que valen la pena, y hoteles baratos que son una estafa. Lo importante es saber distinguirlos, y para eso hay que tener en cuenta varios aspectos.
El primero es la calidad. Un hotel caro debe ofrecerte una calidad superior en todos los sentidos: en las instalaciones, en el servicio, en la limpieza, en la seguridad, en el diseño, en la gastronomía, en las actividades, etc. Un hotel caro debe superar tus expectativas, y hacerte sentir que has hecho una buena inversión. Un hotel barato, en cambio, puede ofrecerte una calidad deficiente, y hacerte sentir que has tirado el dinero. Un hotel barato puede tener problemas de mantenimiento, de higiene, de ruido, de atención, de equipamiento, de ubicación, etc. Un hotel barato puede arruinar tu viaje.
El segundo aspecto es la experiencia. Un hotel caro debe ofrecerte una experiencia única, que no puedas vivir en otro lugar, que te sorprenda, que te emocione, que te enriquezca, que te divierta, que te inspire, que te conecte con el destino, que te haga feliz. Un hotel caro debe ser más que un lugar donde dormir, debe ser un lugar donde soñar. Un hotel barato, en cambio, puede ofrecerte una experiencia mediocre, que no te aporte nada, que te aburra, que te frustre, que te decepcione, que te desconecte del destino, que te haga infeliz. Un hotel barato puede ser solo un lugar donde pasar la noche.
¿Cómo reservar hotel como un pro? Los 7 consejos de oro
Entonces, ¿cómo puedes reservar un hotel adecuado para tu viaje, sin gastar más de lo necesario, y sin renunciar a la calidad y a la experiencia? Pues siguiendo una serie de consejos que te voy a dar a continuación, y que yo mismo aplico cada vez que viajo. Se trata de una lista de criterios que debes tener en cuenta a la hora de buscar, comparar y elegir tu hotel. Son los siguientes:
1 – Define tu presupuesto
Antes de empezar a buscar, decide cuánto dinero quieres gastar en el alojamiento, y sé realista. No te dejes llevar por la tentación de reservar un hotel que se salga de tu rango, ni tampoco por la de ahorrar a costa de la calidad. Busca un equilibrio entre lo que puedes y lo que quieres pagar.
2 – Elige tu destino
El destino es el factor que más influye en el precio y en la disponibilidad de los hoteles. Por eso, debes elegirlo con cuidado, teniendo en cuenta la temporada, la demanda, la oferta, y tus intereses. No es lo mismo viajar a una ciudad que a una playa, ni en verano que en invierno, ni a un lugar popular que a uno desconocido. Busca un destino que se adapte a tu presupuesto y a tus gustos.
3 – Selecciona tu zona
Dentro del destino, debes seleccionar la zona donde quieres alojarte, según la distancia, el transporte, la seguridad, el ambiente, y los servicios. No es lo mismo alojarse en el centro que en las afueras, ni cerca de las atracciones que lejos de ellas, ni en una zona animada que en una tranquila. Busca una zona que te facilite el acceso a los lugares que quieres visitar, y que te ofrezca lo que buscas.
4 – Filtra tus opciones
Una vez que tienes definido tu presupuesto, tu destino y tu zona, puedes empezar a filtrar tus opciones de hoteles, según tus preferencias y tus necesidades. Puedes usar los buscadores online, las guías de viaje, las opiniones de otros viajeros, o las recomendaciones de amigos o familiares. Busca hoteles que cumplan con los requisitos que consideres imprescindibles, como el tipo de alojamiento, el número de estrellas, el tamaño de la habitación, el tipo de cama, el baño, el wifi, el desayuno, la piscina, el gimnasio, el spa, el parking, etc.
5 – Compara los precios
Una vez que tienes una lista de hoteles que te interesan, debes comparar los precios entre ellos, y entre las diferentes plataformas de reserva. No te fíes de las ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad, ni de los precios que varían mucho de un día para otro. Busca el mejor precio para el hotel que quieres, y ten en cuenta los impuestos, las tasas, y los extras.
6 – Lee las opiniones
Una vez que tienes un precio orientativo, debes leer las opiniones de otros viajeros que se han alojado en el hotel que te gusta, y que te pueden dar una idea de la calidad y la experiencia que ofrece. No te dejes llevar por las opiniones extremas, ni por las que no tienen fundamento. Busca opiniones que sean objetivas, que aporten información útil, que coincidan con tus expectativas, y que te den confianza.
7 – Reserva con antelación
Una vez que tienes claro el hotel que quieres, debes reservarlo con antelación, para asegurarte la disponibilidad, el precio, y las condiciones. No esperes al último momento, ni te arriesgues a quedarte sin plaza, o a pagar más de lo que deberías. Busca una reserva que te permita cancelar o modificar sin penalización, en caso de que cambien tus planes, y que te garantice el mejor servicio.
Y así, siguiendo estos consejos, podrás reservar el hotel adecuado para tu viaje, sin gastar más de lo necesario, y sin renunciar a la calidad y a la experiencia. Espero que te haya sido útil este artículo, y que lo pongas en práctica en tu próximo viaje. Y si tienes alguna duda, sugerencia, o comentario, no dudes en dejármelo abajo. ¡Hasta la próxima!
